DECLARACIÓN: CAP Conmemora Dos Trágicos Aniversarios de Violencia Armada en Orlando y Charleston

Por Ricardo Rauseo | Publicado el 10 de Junio de 2021

Washington, D.C. — La semana que viene marca el aniversario de dos horribles tiroteos masivos que están grabados de manera prominente y permanente en la larga y fea historia de los crímenes de odio, violencia supremacista blanca y la violencia con armas de fuego en los Estados Unidos. El 12 de junio marcará cinco años desde la masacre que cobró la vida de 49 personas en Pulse, un popular lugar de reunión para jóvenes LGBTQ de color en Orlando, Florida. El 17 de junio marcará seis años desde el asesinato por motivos raciales de nueve feligreses negros durante un estudio bíblico en la Iglesia Emanuel AME en Charleston, Carolina del Sur.
En reconocimiento a estos capítulos oscuros en un mes de lo contrario asociado con Orgullo y alegría, Winnie Stachelberg, vicepresidenta ejecutiva de Asuntos Externos del Center for American Progress, emitió la siguiente declaración:

Hacemos una pausa esta semana para recordar y lamentar las vidas brutalmente arrebatadas en dos de los tiroteos masivos más horribles motivados por el odio en la historia reciente de los Estados Unidos: el asesinato en 2015 de feligreses negros en la Iglesia Madre Emanuel en Charleston por un extraño al que habían dado la bienvenida para unirse a su estudio bíblico y el ataque a la comunidad LGBTQ latina en el club nocturno Pulse sólo un año después. Estos ataques provocaron círculos concéntricos de duelo, dolor y trauma para las víctimas, sus familias, los sobrevivientes, las comunidades en las que ocurrieron y aquellos que han sido blanco de crímenes de odio durante siglos. Ambos ataques tuvieron como objetivo lugares que estaban destinados a proporcionar un lugar de refugio y el impacto de estos eventos aún resuena.
Pero mientras nos detenemos para recordar y reconocer las vidas arrebatadas en Pulse y en Charleston, no podemos detenernos en nuestros esfuerzos en curso para interrumpir los continuos ataques a comunidades históricamente afectadas y erradicar la violencia supremacista blanca.
Ambas masacres fueron posibles, en parte, por la proliferación de armas de fuego peligrosas y por décadas de inacción de legisladores que han priorizado los derechos de la industria de las armas por sobre las vidas de comunidades marginadas. La necesidad de que el Congreso actúe para cerrar brechas peligrosas en las leyes de armas de la nación se ha vuelto aún más urgente, ya que en 2020 se registró un aumento histórico en las ventas de armas de fuego y millones de armas nuevas ingresaron a hogares y comunidades estadounidenses.
Nuestras comunidades no pueden darse el lujo de seguir esperando que el Congreso tome medidas significativas para abordar los crímenes de odio, la violencia supremacista blanca y la violencia con armas de fuego. La aprobación de la Ley Contra los Delitos de Odio por COVID-19 y su inclusión de la Ley NO HATE, fue un paso en la dirección correcta. Sin embargo, se necesita más acción. La comunidad LGBTQ ha esperado demasiado tiempo por la Ley de Igualdad, que ampliaría las protecciones en base a la identidad de género y orientación sexual para millones de estadounidenses, así como fortalecería la libertad religiosa y otras protecciones de los derechos civiles para millones más. A las comunidades de color se les deben soluciones legislativas a los flagelos del racismo institucionalizado y la supremacía blanca violenta. Todos los estadounidenses tienen derecho a reformas de sentido común, como verificaciones universales de antecedentes, prohibición de armas de asalto y otras protecciones contra la violencia con armas de fuego.

Para obtener más información o hablar con un experto, no dude en contactar a Ricardo Rauseo a rrauseo@americanprogress.org.