Washington, D.C. — Neera Tanden, presidenta y directora ejecutiva del Center for American Progress, emitió la siguiente declaración en respuesta al acuerdo de Salud pública y paquete de rescate económico de “Fase III”:
Nuestro mayor desafío inmediato es controlar esta crisis de salud pública. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, junto con el resto del grupo demócrata, tomaron un rescate financiero sin compromiso para las corporaciones ricas y lo moldearon hacia una propuesta que comenzará a ayudar a los trabajadores, las familias y los estados más afectados por esta crisis.
Si bien el plan no es perfecto, ayudará a muchos estadounidenses que lo necesitan con urgencia y es una mejora significativa sobre la propuesta republicana original. Mientras el liderazgo republicano del Congreso usó la urgencia del momento para repartir rescates financieros excesivamente generosos, los demócratas priorizaron los beneficios para los trabajadores en lugar de los accionistas y ejecutivos. Ese trabajo continúa más allá de esta propuesta legislativa.
Aplanar la curva para evitar desbordar al sistema de atención médica de los Estados Unidos requiere medidas de distanciamiento social muy dolorosas pero necesarias. Medidas que están salvando vidas ahora y lo continuarán haciendo con el tiempo. Es fundamental ayudar a las personas a superar este desafío económico, para que puedan tomar las medidas de distanciamiento social que son cruciales para desacelerar el coronavirus. En lugar de que saquemos el pie del acelerador en este momento decisivo, el Congreso y esta administración deben actuar para aliviar los efectos adversos de las medidas de distanciamiento social, y hacer posible que los estadounidenses se adapten lo mejor que puedan.
Esta legislación incluye disposiciones necesarias que pueden amortiguar el golpe inmediato, como proporcionar ayuda adicional a los hospitales; realizar pagos directos de asistencia económica que incluyen a los hogares más en apuros; fortalecer el sistema de seguro de desempleo, y apoyar a las pequeñas empresas.
Mientras las versiones anteriores del paquete carecían de ayuda real para muchos de los trabajadores y las familias que están más en aprietos, este acuerdo incluye elementos protectores esenciales, tales como: beneficios de desempleo ampliados considerablemente; ayuda para los estados; ayuda para la educación pública y superior; un anticipo para garantizar elecciones libres y justas, y ayuda de emergencia para las naciones tribales.
Con todo, dada la intransigencia del liderazgo republicano en el Congreso, este proyecto de ley se queda corto en varias áreas clave y los legisladores deben comprometerse a abordar estos problemas en futuras propuestas legislativas. Los legisladores deben hacer más para proteger los derechos civiles de los estudiantes de nuestra nación, particularmente aquellos con discapacidades; asegurar que las personas puedan acceder a la atención de salud reproductiva que necesitan; garantizar permisos remunerados; brindar apoyo financiero a agencias educativas estatales y locales; aumentar los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés); apuntalar los servicios basados en el hogar y la comunidad para personas con discapacidades; entregar más apoyo al proceso electoral; garantizar el acceso a exámenes sin costo para todos, independientemente de su estado migratorio, y asegurar la estabilización del mercado de cuidado infantil.
Más allá de esta respuesta, está claro que la administración Trump tiene mucho más trabajo por hacer para responder a la pandemia de coronavirus. La Casa Blanca mal manejó trágicamente esta crisis desde el principio, lo que ha dejado al país mal preparado, obligando a tomar medidas drásticas para salvar vidas. Estados Unidos está muy lejos de donde debe estar en los testeos, así como en la fabricación y distribución de equipos de protección personal y ventiladores. El presidente, adulado por los cabilderos corporativos, se niega a utilizar toda la autoridad necesaria bajo la Ley de Producción de Defensa (DPA, por sus siglas en inglés) para ayudar en esta crisis. El tiempo es vital.
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