Washington, D.C. — Mientras muchas personas almacenan papel higiénico, harina y leche durante la pandemia de coronavirus en curso, también ha surgido una nueva tendencia preocupante: los estadounidenses acaparando armas. Pero contrario a lo que la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) y otras personas en el cabildeo de armas le quieren hacer pensar, es más probable que el aumento en la posesión de armas exacerbe la crisis de salud pública ya existente de la violencia armada, más que proporcionar mayor seguridad en un momento de alta ansiedad y miedo nacionales.
Una percepción errónea común es que poseer un arma aumenta su seguridad personal. Sin embargo, un número creciente de investigaciones muestra que tener un arma en su casa en realidad aumenta los riesgos de violencia armada. En una nueva columna, Chelsea Parsons, Eugenio Weigend Vargas y Rukmani Bhatia, del equipo de Prevención de la Violencia Armada del Center for American Progress, describen cuatro razones basadas en los datos por las que tener un arma en su hogar podría poner en riesgo a su familia y la comunidad:
- Es más probable que un arma sea robada a que se utilice en defensa propia.
- Las armas sueltas en el hogar crean riesgos de disparos involuntarios por parte de niños.
- Las armas son el medio más letal de intento de suicidio.
- Las armas en el hogar aumentan los riesgos para las víctimas de violencia doméstica y familiar.
“A pesar de la retórica engañosa e irresponsable del cabildeo de armas, comprar un arma durante este tiempo de crisis internacional no lo hará a usted ni a su familia más seguros”, dijo Chelsea Parsons, vicepresidenta de Política de Prevención de la Violencia Armada de CAP. “Toda la investigación disponible demuestra que introducir una arma de fuego en el hogar crea nuevos riesgos de suicidio por arma, disparos involuntarios por parte de niños, homicidio por violencia doméstica y robo. Los estadounidenses ya enfrentan una importante crisis de salud pública con violencia armada, que mata a casi 40.000 personas cada año. Necesitamos asegurarnos de que nuestras respuestas individuales y colectivas a la nueva crisis de coronavirus no exacerben inadvertidamente la epidemia de violencia armada de nuestra nación”, agregó.
Comprar un arma es una decisión que nunca debe tomarse a la ligera. Requiere un nivel de análisis, matices y una planificación mucho mayor de lo que el cabildeo de armas le haría creer. Responder a la agitación e incertidumbre apresurándose a comprar un arma es un error peligroso y potencialmente mortal.
Lea la columna “4 Reasons Not To Buy Guns in Response to the COVID-19 Pandemic,”, de Chelsea Parsons, Eugenio Weigend Vargas y Rukmani Bhatia.
Para ver los últimos insumos de CAP sobre el coronavirus, visite nuestra página con información sobre coronavirus.
Para obtener más información o hablar con un experto, no dude en contactar a Ricardo Rauseo a gro.ssergorpnacirema@oesuarr