Washington, D.C. — La administración Biden impuso hoy un veto a la importación de petróleo ruso en respuesta a la invasión de Rusia a Ucrania. Tras el anuncio, Patrick Gaspard, presidente y director ejecutivo del Center for American Progress, emitió la siguiente declaración:
Este es un paso importante para demostrar que somos serios en cuanto a las sanciones, que impondrán un costo real a Rusia por su desastrosa invasión a Ucrania. Si Vladimir Putin pensó que Occidente no tendría estómago para sanciones económicas fuertes, se demostró que estaba equivocado. Apuntar a las exportaciones de petróleo de Rusia, combinado con otras sanciones coordinadas, tendrá un impacto dramático en apretar la economía rusa. Cuanto más se dé cuenta Putin de que su invasión a Ucrania supondrá una pérdida económica y militar masiva para Rusia, más probable será que negocie un alto el fuego y retire las tropas. Aunque las sanciones de hoy afectarán los precios mundiales del petróleo, es importante señalar que el presidente, Joe Biden, está tomando medidas para mantener los precios de la gasolina bajo control.
Al mismo tiempo, es fundamental que los productores de energía no utilicen la guerra de Putin como una excusa para llenarse los bolsillos elevando los precios. También debemos apoyar a nuestros aliados en Europa a medida que avanzan para reducir su dependencia del gas ruso. La invasión de Putin a Ucrania es otro recordatorio importante de la urgencia de la transición a la energía limpia. El hecho de que convirtiera los combustibles fósiles en un arma, acompañado de los caprichos volátiles de los mercados energéticos globales, nos muestran que nunca vamos a encontrar la independencia energética en el fondo de un pozo petrolero. En última instancia, estas sanciones pueden ser un punto de inflexión tanto para reducir la escala del conflicto en Ucrania como mover al mundo hacia una política energética más sostenible.
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