Washington, D.C.- Tras conocerse hoy las nuevas cifras de empleo de julio de 2020 de la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, el economista del Center for American Progress Michael Madowitz emitió la siguiente declaración:
Después del peor informe del PIB en la historia de los Estados Unidos la semana pasada, las cifras de empleo de hoy consolidan la posición del presidente Donald Trump como el peor presidente de empleos que se registre en la historia. Economistas y expertos en salud pública han reiterado que no podemos tener una recuperación económica real sin abordar nuestra emergencia de salud pública. Pero a seis meses desde que comenzó la crisis del coronavirus, la administración Trump todavía tiene la cabeza enterrada en la arena y ni siquiera ha intentado formular una respuesta federal coordinada a la pandemia. Como resultado, se han perdido más de 12.8 millones de empleos -muchos de los cuales tal vez nunca regresen- y la tasa de desempleo se mantiene en un nivel alto casi récord.
También es importante tener en cuenta que la cifra de desempleo de este mes se mantiene artificialmente baja por los millones de estadounidenses que han sido expulsados de la fuerza laboral debido a la falta de respuesta de la administración Trump a la crisis de salud pública. Sólo en los últimos meses, las mujeres han perdido todos los trabajos que obtuvieron durante la última década. Los trabajadores negros y latinos también han seguido perdiendo empleos de manera desproporcionada. La tasa de desempleo para los hombres negros es del 15,2 por ciento mientras que para las mujeres latinas es del 14 por ciento.
Las pequeñas y grandes empresas están fracasando, ya que los clientes temerosos se mantienen alejados. Los padres están siendo obligados a elegir entre el trabajo y el cuidado infantil, porque las escuelas no pueden abrir para la instrucción presencial debido al riesgo extremo para la salud.
Millones de trabajadores despedidos han visto su sustento reducido esta semana, cuando el Senado fracasó en extender los programas de desempleo en respuesta a la pandemia, mientras que miles de trabajadores de primeros auxilios y profesores han sido despedidos por gobiernos estatales en dificultades económicas. Cada pieza de la vacilante economía es la conclusión de una historia que comienza con el fracaso total de la administración Trump para abordar la crisis del coronavirus.
La insensibilidad e incompetencia del presidente Trump y sus aliados en el Congreso son expuestos una vez más esta semana, cuando la Casa Blanca y el Senado fracasan en hacer lo que hizo la Cámara de Representantes hace meses: acordar un paquete de ayuda que aborde la profundidad y el alcance de la crisis. Lo que se necesita ahora es claro: la restitución de los subsidios por desempleo para los 24 millones de trabajadores del país que desean un trabajo; recursos para hospitales y trabajadores de la salud, y fondos para mantener a flote a los gobiernos estatales y locales, entre otras prioridades. Pero lo que más se necesita es el liderazgo del gobierno federal para abordar las crisis económica y de salud, que han empobrecido y asesinado a estadounidenses durante seis meses.
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