DECLARACIÓN: La Prohibición Inconstitucional del Aborto en Texas Hará Casi Imposible que las Mujeres Accedan a una Atención de Salud Segura y Esencial

Por Ricardo Rauseo | Publicado el 1 de Septiembre de 2021

Washington, D.C. — La Corte Suprema de EE.UU. permitió hoy que entre en vigencia una ley de Texas (SB 8, en inglés) que prohíbe el aborto después de seis semanas, antes de que muchas personas sepan que están embarazadas y meses antes de la viabilidad. En respuesta, Jamille Fields Allsbrook, directora de Salud y Derechos de la Mujer en el Center for American Progress, emitió la siguiente declaración:

El precedente de larga data de la Corte Suprema de los Estados Unidos ha prohibido las restricciones al aborto antes de la viabilidad, lo que hace que esta nueva ley de Texas -una clara prohibición a la viabilidad previa que prohibiría a alguien acceder a un aborto antes de que la mayoría de la gente sepa que está embarazada- sea abiertamente inconstitucional. Mientras la inacción del Tribunal ha permitido que la ley entre en vigencia por el momento, aún no se ha pronunciado formalmente sobre una petición de emergencia para detener SB 8. Debe aplicar su claro precedente y bloquear la ley de inmediato.

En Texas seguirán buscando atención para el aborto, pero si la Corte Suprema no se adhiere a su propia jurisprudencia y respeta el Estado de Derecho, será casi imposible recibir atención segura de proveedores capacitados después de seis semanas de embarazo. Aproximadamente el 85 por ciento de quienes obtienen un aborto en Texas tienen al menos seis semanas de embarazo, lo que significa que la ley prohibirá efectivamente casi todos los abortos en el estado. Esta ley misógina y racista también permite que cualquier ciudadano particular demande a cualquiera que ayude a alguien a acceder a servicios de aborto, incluidos los proveedores de este servicio, así como familiares y amigos que apoyan a su ser querido, ayudándolo a ir a una clínica.

La creación de este tipo de mecanismo para alentar la selección de aquellos que buscan o brindan atención de salud básica es inconcebible y tiene como objetivo intimidar a las personas para que no accedan a la atención que necesitan cuando son más vulnerables. Esta ley priva a las tejanas del acceso a atención de salud esencial y perjudica más a aquellos negros, indígenas y latinos, personas de bajos ingresos, LGBTQ, con discapacidades, gente joven, inmigrantes y aquellos en áreas rurales, para quienes las barreras sistémicas, legales y culturales con frecuencia ya pusieron la atención del aborto fuera de alcance. El aborto es una atención médica esencial, que es fundamental para la equidad en salud; la autonomía reproductiva; justicia racial, de género y económica, y ayuda a asegurar que las personas puedan controlar sus propios cuerpos, vidas y futuros.

En 2021, los estados ya han aprobado más restricciones al aborto que en cualquier año previo. Permitir que la ley de Texas se mantenga podría conducir a resultados aún más desastrosos, incentivando un torrente de nuevas restricciones al aborto por parte de los legisladores estatales ansiosos por hacer que esta atención de salud esencial sea inaccesible. Por esta razón, el Congreso debe promover una agenda de políticas proactiva para asegurar el derecho y la capacidad de acceder a la atención legal del aborto, incluso aprobando la Ley de Protección de la Salud de la Mujer y la Ley de Igualdad de Acceso a la Cobertura del Aborto en el Seguro Médico.

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