Washington, D.C. — La administración de Obama anunció el viernes que el Departamento de Educación de los EE.UU. lanzará un programa para probar los efectos de restablecer el acceso a las Becas Pell para los estudiantes encarcelados. Esta medida dará a un número de individuos limitado, en ciertas instituciones correccionales, la oportunidad de obtener una educación y formación para prepararse para el empleo después de la liberación. Carmel Martin, Vice presidenta Ejecutiva de Política en el Center for American Progress, emitió la siguiente declaración al respecto:
Aplaudimos a la administración de Obama por tomar este paso importante. Todos ganan con la educación y formación en prisiones, que impulsa las tasas de empleo de los individuos encarcelados al salir, reduce substancialmente la reincidencia, y da ahorros de costos tremendos al reducir la encarcelación. De hecho, estudios muestran que cada dólar invertido en la educación en las prisiones ahorra 4 a 5 dólares en costos de encarcelación reducidos de encarcelamiento durante los próximos tres años, el periodo de tiempo en cuando la reincidencia es más probable. Aun así, a pesar de su rentabilidad, los programas de educación y formación en las prisiones son demasiado escasos, en gran parte porque el congreso eliminó el acceso a las Becas Pell para individuos encarcelados en el año 1994, poniendo la educación y la formación en las prisiones fuera del alcance de los encarcelados que desean aumentar su empleabilidad y sus posibilidades de reingreso exitoso. La acción del presidente hoy ayudará a asegurar la seguridad pública le dará, a un número de individuos en ciertas instituciones correccionales, la oportunidad de obtener la educación y formación necesaria para forjar un camino hacia el reingreso exitoso, y para tener una segunda oportunidad.
En el informe reciente del Center for American Progress, “One Strike and You’re Out,” Rebecca Vallas y Sharon Dietrich destacan como el encarcelamiento masivo y los antecedentes penales sirven como conductores subestimados de la pobreza y la igualdad en los Estados Unidos porque presentan barreras para el empleo, vivienda, educación y formación, construcción de un buen crédito, y más. El informe ofrece un mapa de recomendaciones políticas—incluyendo la restauración de las Becas Pell para individuos encarcelados—para garantizar que los estadounidenses con antecedentes penales tengan una oportunidad justa de darse una vida decente, mantener a sus familias, y unirse a la clase media.