Por Heather Boushey
Los líderes republicanos en la Cámara publicaron un nuevo plan para impulsar empleos y crecimiento reduciendo la regulación y los impuestos. Este plan es un refrito del plan fracasado que llevó a nuestra economía a la Gran Recesión durante la administración de Bush. El problema en ese entonces y hoy con el objetivo principal republicano de su política económica—el hacer que los que tienen ingresos más altos en nuestra sociedad sean aún más increíblemente ricos—es que socava las posibilidades de que el país tenga un futuro próspero.
Hemos caminado por esta senda antes y no terminó bien.
De hecho, acabamos de vivir una década de experimentación en la desregulación y recortes de impuestos para los ricos. En la década del 2000 el presidente Bush recortó los impuestos para la mayoría de las familias, pero aquellos en la parte superior de la distribución del ingreso recibieron la mayor parte de los recortes de impuestos. El argumento de entonces, como ahora, es que la reducción de impuestos estimulará el crecimiento económico. "Solo por que lo hemos propuesto en el pasado no significa que no era una buena idea ", dijo el Jefe de la Cámara John Boehner (R-OH) del plan republicano. "Creo que el paquete que tenemos representa varias ideas tradicionales y nuevas ideas sobre cómo permitir que el sector privado cree empleos. "
Entonces, ¿qué fue lo que pasó después de las reducciones de impuestos masivos al principio de la década del 2000? El resto de la década registró el menor ritmo de crecimiento económico de cualquier expansión económica en medio siglo. Del 2000 a 2007 el empleo y los ingresos también crecieron más lentamente que en cualquier otra expansión económica en medio siglo. El crecimiento de ingresos era tan débil que en el 2007, al final de la expansión económica en la década del 2000, el ingreso de una familia típica cayó por debajo de lo que había sido en el 2000.
El plan de cortar y recortar los impuestos no generó un fuerte crecimiento en la última década, entonces ¿por qué lo haría en esta década? En vez lo que hará es aplicar más presión en la clase media estadounidense. Otra ronda de recortes de impuestos para los ricos creará condiciones para una economía poco estable de aquí en adelante y terminará con el mismo lento ritmo de inversión empresarial. Si hemos aprendido algo de la crisis económica de los últimos años, debe ser que ayudar a que los ricos sean aún más ricos no es una receta para el crecimiento económico estable.
Si el objetivo es la creación de empleos entonces el Congreso y la administración de Obama necesitan enfocarse en políticas que generan mayor demanda y mantener la inversión en actividades productivas. Las empresas no van a invertir hasta que vean más clientes entrando por sus puertas. Hoy en día las pequeñas empresas siguen informando de que su preocupación principal son las escasas ventas. Los propietarios de las pequeñas empresas dicen que esto un problema más serio que las regulaciones, impuestos, inflación o el costo de mano de obra.
Sin embargo, en lugar de proponer un plan para invertir en nuestra economía, los republicanos de la Cámara promocionan su plan de trabajos mientras intentan socavar la regulación financiera. La regulación de Wall Street es imprescindible si queremos posicionar a nuestra economía en una base más sólida de aquí en adelante. El insistir que la financiación debe ser libre de la interferencia del gobierno fue la causa de la Gran Recesión. Es una locura caminar por esa misma senda.
El plan de empleo de los republicanos de la Cámara también solicita que el Congreso apruebe los acuerdos comerciales con Colombia, Panamá y Corea del Sur. Sin embargo, los republicanos están impidiendo estos acuerdos al negarse a votar sobre la financiación para el programa de Asistencia de Ajuste Comercial que ayuda a los trabajadores desplazados por el comercio. Este programa provee ayuda muy necesaria para los trabajadores que necesitan re-capacitarse o relocalizarse porque su trabajo ha sido subcontratado. Es un Congreso de sangre fría si insiste en aprobar acuerdos comerciales sin tener en cuenta el costo real para los trabajadores y sus familias.
Como sal en la herida de los trabajadores, los republicanos de la Cámara también están empujando la legislación conocida como la Ley de Empleo (JOBS Act), que permitiría a los estados a desviar fondos de los beneficios para los trabajadores desempleados. Sin embargo, los republicanos retiraron el proyecto de ley de la programación de votación la semana pasada después de que los republicanos freshman se opusieron a votar por un proyecto de ley que retira fondos de trabajadores desempleados. Es evidente que, con 14 millones de personas sin trabajo, el acceso a beneficios por desempleo es una preocupación por los desempleados y quizás para sus representantes en el Congreso.
El ayudar a fortalecer nuestra economía actual requiere que los políticos de ambos partidos fortalezcan a la clase media y crean empleos. El dar más recortes de impuestos a los ricos no resolverá el problema de la falta de empleos. Ya sabemos que eso no funciona.
Heather Boushey es Economista Principal en el Center for American Progress.