Washington, D.C. – Un informe en profundidad del Center for American Progress presenta una serie de recomendaciones sobre lo que el Congreso debería incluir en su cuarto paquete de alivio del coronavirus. En los primeros tres paquetes, el Congreso realizó un anticipo en la respuesta de emergencia a la doble crisis de salud pública y económica. Pero cada día que pasa -exacerbado por la lenta respuesta inicial de la administración Trump y sus continuos fracasos a medida que la crisis se profundiza- queda más claro que se necesitará mucho más para permitir una respuesta sólida de salud pública; proporcionar un alivio acorde con la perturbación económica que se está experimentando, y proteger a los estadounidenses más vulnerables. CAP cree que un cuarto paquete legislativo deberá ser al menos de $2.2 billones como la Ley Coronavirus Aid, Relief, and Economic Security Act (CARES, por sus siglas) e incluir los siguientes componentes:
- Un compromiso con medidas agresivas de salud pública a nivel nacional. Estos incluirían: 1) Una política de permanencia en el hogar en todo el país durante al menos 45 días, 2) Expandir los testeos para incluir a enfermos y sanos 3) Rastreo instantáneo de contacto, y 4) Restricciones específicas para reuniones grandes y transporte público, después de los 45 días. El Congreso también debe financiar la producción y el despliegue de exámenes, la disponibilidad de equipos de protección personal, el seguimiento de contactos a nivel nacional y medidas de limpieza profunda. También debe aprobar protecciones y apoyos altamente necesarios para los trabajadores esenciales, que deben estar seguros y ser compensados de manera justa por su trabajo imprescindible durante este período de permanencia en el hogar.
- Una expansión significativa de las intervenciones económicas incluidas en los primeros tres paquetes de COVID-19, para reflejar la magnitud y duración esperadas de la interrupción. Estas medidas deben amortiguar el shock que las familias, pequeñas empresas y comunidades enfrentan en sus ingresos en este momento. El gobierno federal debe apoyar estrategias para mantener a las personas en sus trabajos, evitando el desempleo masivo que dificultará que las personas capeen la crisis así como su recuperación. Eso significa extender y expandir un seguro de desempleo más sólido, incluido el trabajo compartido; mejorar dramáticamente la asistencia estatal y local; apoyo vigoroso a pequeñas empresas; permisos remunerados disponibles de manera universal, y pagos directos más grandes a los hogares, con medidas de extensión automáticas mientras dure la crisis. Con la creciente evidencia de que la administración planea socavar las protecciones vigentes para los trabajadores y contribuyentes, el Congreso debe fortalecer la supervisión y las restricciones para los programas que brindan asistencia corporativa. Finalmente, el Congreso también debe tomar medidas para permitirnos salvaguardar tanto las elecciones justas como la salud pública.
- Apoyar a las personas más vulnerables de nuestra nación. A pesar de prometedoras propuestas en el proyecto de ley de la Cámara el mes pasado, la Ley CARES se quedó corta en abordar el impacto dispar que la crisis tiene en las personas de color, las personas con discapacidad, los inmigrantes y las personas que viven en la pobreza, reflejando las debilidades que existían en nuestra economía mucho antes de la crisis. El próximo paquete necesita expandir la cobertura de atención médica y la asistencia alimentaria, mientras proporciona fondos adicionales y acceso a la educación y el cuidado infantil. Las soluciones de políticas deben centrarse en las comunidades más afectadas por el virus, así como las consecuencias económicas posteriores. La Ley CARES también, lamentablemente, dejó fuera a millones de familias inmigrantes y de estatus migratorio mixto, evitando que los hijos de ciudadanos estadounidenses de inmigrantes indocumentados califiquen para pagos de estímulo económico.
“El Congreso ha tomado una serie de medidas extraordinarias para abordar la crisis del coronavirus, pero a medida que aumentan los obstáculos económicos y de salud pública, está claro que se necesita mucho más alivio financiero”, dijo Neera Tanden, presidenta y directora ejecutiva del Center for American Progress. “El próximo paquete de ayuda debería respaldar las medidas agresivas de salud pública que necesitamos para poner fin a la pandemia, mientras expande la ayuda económica para familias con dificultades, las pequeñas empresas y comunidades. Debe asegurarse que el alivio llegue a quienes enfrentan las mayores dificultades, incluidas las personas de color, los inmigrantes, las personas que viven en la pobreza y aquellos con discapacidad. El Congreso debe establecer una fuerte supervisión para garantizar que las medidas que ha promulgado se implementen de manera rápida y justa, al tiempo que da confianza a la gente que habrá ayuda disponible mientras dure la crisis”, agregó.
Lea: “America Needs Coronavirus Recovery Legislation to Meet the Magnitude of the Crisis at Hand” por el Center for American Progress
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