COLUMNA: Sentando Las Bases para una Economía de Energía Limpia

Publicado el 22 de Julio de 2010

Los medios de comunicación la pueden reimprimir esta columna siempre y cuando se incluya la información del autor y su afiliación. Podrá ser editada por longitud y formato siempre y cuando se notifique al Center for American Progress. Fue publicada originalmente aquí (en inglés) por americanprogress.org.

Por Bracken Hendricks y Tina Ramos

La semana pasada el Vicepresidente Joe Biden y la presidenta del Council of Economic Advisors (CEA) Christina Romer lanzaron un nuevo reporte de la CEA sobre el impacto económico y la generación de trabajos por la Ley de Reinversión y Recuperación de Estados Unidos (ARRA por sus siglas en inglés). El reporte revela que las subvenciones del ARRA, los incentivos en los impuestos, las garantías de préstamos y las inversiones de energía limpia—las cuales fueron combinadas con miles de millones de dólares en inversión del sector privado—han hecho que el sector de energía limpia crezca a la vez que fomenta empleos. Estas son buenas noticias para la comunidad hispana, quien ha sido la más golpeada por la recesión. Desde que la recesión comenzó en 2008, el desempleo ha aumentado en 6 puntos porcentuales para los hispanos, comparado con 5.8 puntos para los negros y 4.3 para los blancos.

CEA estima que el ARRA ha salvado o creado un total de entre 2.5 millones y 3.6 millones de trabajos a partir del segundo trimestre del 2010—827,000 de los cuales aproximadamente son el resultado de la inversión pública en la producción de energía limpia, eficiencia energética, modernización de la red eléctrica, y la fabricación de vehículos avanzados.

Este reporte es prueba de que las inversiones públicas inteligentes que incentivan el crecimiento del sector de energía limpia es un primer paso clave y estratégico hacia un país económicamente más pujante y estable. Debemos recordar, sin embargo, que el ARRA fue diseñado como un estímulo federal de dos años de duración con fondos que se agotarán en 2012. Si Estados Unidos está a puertas de una prolongada recuperación sin trabajos como los expertos lo han pronosticado, entonces las piezas clave del ARRA deben ser extendidas para que las compañías estadounidenses tengan la certeza necesaria de continuar abriendo las puertas a empleos adicionales más allá de dicha ley.

A medida que el líder de la mayoría en el senado Harry Reid (D-NV) sigue formando un proyecto de ley sobre el clima y la energía limpia, debe incluir provisiones claves del ARRA que comenzarán a construir una estrategia nacional de energía limpia y prevenir que las compañías de energía limpia salgan de Estados Unidos a otros países con más puestos competitivos en la creciente economía global de la energía limpia.

Un fuerte sector de energía limpia asegurará que los estadounidenses, incluyendo muchos hispano-estadounidenses, tengan acceso a trabajos de construcción y fabricación bien pagados. Un estudio hecho por un economista de Nuevo México encontró que la recesión está afectando enormemente a los hispanos debido a su larga concentración en el sector de la construcción y fabricación, los cuales son sujetos a los cambios del mercado que hemos visto a través de esta recesión.

Con dicho fin, un proyecto de ley integral de energía limpia y del clima debe incluir provisiones para un mercado que conduzca a la energía limpia e incentivos de eficiencia energética que facilite proyectos donde los empleados de la construcción y fabricación son necesitados. Esto incluye provisiones para una variedad de canales de financiación para asegurar que el progreso hecho por las inversiones del ARRA no sea desperdiciado. Incluir programas de financiación federal encontrados en el ARRA—tales como las subvenciones de producción de energía renovable y las garantías de préstamos para inmobiliarios de proyectos de energía limpia—es una manera inteligente de aseverar que las inversiones en proyectos de energía limpia continúen más allá del 2012.

Un proyecto de ley sobre la energía limpia y el clima también debe proveer inversiones en infraestructura inteligente, las cuales son necesarias para facilitar la transición a un país que funcione usando energía segura y limpia. Debemos incluir provisiones para extender incentivos en energía limpia y fabricación de vehículos con tecnología avanzada. Es de igual importancia proveer fondos para reconstruir la red eléctrica nacional que mantenga la confiabilidad en energía local, segura y limpia.

El Congreso y el Presidente Barack Obama deben expandir el impulso del ARRA a una estrategia económica de largo plazo, centrada en aumentar la producción de energía limpia y eficacia energética. Esto consolidará que continuemos construyendo y produciendo en Estados Unidos y que los estadounidenses tengan acceso a trabajos bien pagados, particularmente para la comunidad hispana que depende enormemente de los trabajos de construcción y fabricación. El sendero a una economía de energía limpia es largo, pero la base para revitalizar la economía estadounidense debe cimentarse ahora.

Bracken Hendricks es un Miembro Senior y Tina Ramos es una Asistente Especial para el equipo de Oportunidad Energética, ambos en el Center for American Progress.

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