COLUMNA: Recortes al EPA perjudican a las Familias Latinas de Chicago

Publicado el 8 de Abril de 2011

Por Jorge Madrid y Valeri Vasquez.

Por mucho tiempo la Agencia de Protección Ambiental, o EPA por sus siglas en inglés, ha protegido la salud y el bienestar de todos los estadounidenses. Desafortunadamente, políticos conservadores están liderando esfuerzos para atacar, retirar el financiamiento y en algunos casos incluso a abolir el EPA. El American Lung Association (Asociación Americana del Pulmón) advierte que estos ataques “desconocen la salud pública y tendrán consecuencias nefastas para todos los estadounidenses.” Las familias latinas son particularmente vulnerables.

En momentos en que el gobierno se ve obligado a recortar los gastos, las decisiones presupuestarias revelan dónde se encuentran los verdaderos intereses políticos. Utilizando el déficit presupuestario como cobertura, los representantes republicanos eligen priorizar los $42 mil millonesen exenciones fiscales para el 1 por ciento de los estadounidenses más ricos, los $4,6 mil millones en exenciones fiscales para las compañías que exportan los empleos al extranjero y los $2 mil millones en amortizaciones impositivas de los gastos de perforación de las grandes compañías petroleras.

Mientras tanto, los servicios cruciales que reciben las familias latinas de Illinois enfrentarán recortes severos si los republicanos imponen su voluntad. Más de 23,600 niños de Illinois podrían perder los servicios del programa de enseñanza preescolar para niños ”Head Start” y de atención infantil, junto con los más de 2 millones de personas que perderán financiación para el cuidado infantil y maternal, y las 75,380 mujeres embarazadas y después del parto, bebes y niños que perderán la ayuda nutricional, de acuerdo al Centro Nacional del Derecho de la Mujer. Asimismo, la educación universitaria será menos costeable para 307,200 estudiantes de Illinois porque los republicanos recortarían las subvenciones Pell por $845 por estudiante ($596 como promedio).

Pero lo peor de los recortes en el presupuesto republicano vendrá al costo del aire que respiran las familias latinas.

Los latinos están desproporcionadamente expuestos a algunos de los riesgos ambientales más peligrosos en sus comunidades. Chicago, con una población latina de 19.9 por ciento, es una de las 25 peores ciudades contaminadas en los Estados Unidos, de acuerdo a la American Lung Association.

Como grupo, los latinos tienen tres veces más probabilidades de morir de asma que los blancos y los niños latinos tienen un 60 por ciento más de probabilidad de padecer de asma que los niños blancos. En Chicago y sus alrededores, 800.000 hispanos viven a diez millas de dos plantas de energía que se estima que contribuyen a 2.800 ataques de asma y 41 muertes prematuras cada año.

El hecho de que los latinos en EE.UU carecen de la asistencia sanitaria sólo empeora las disparidades de salud. Ellos son menos propensos a estar asegurados en comparación con todos los demás grupos étnicos en este país. Este tipo de vulnerabilidad puede ser devastador, ya que muchas familias sin seguro pagar más del 10 por ciento de sus ingresos totales de la familia para los costos directos de atención médica.

Encuestas recientes muestran que la mayoría de los estadounidenses confían en el EPA para proteger la salud pública, y se oponen a la interferencia de los políticos. Los latinos particularmente demuestran fuertes convicciones para reforzar las reglas y las regulaciones sobre los gases invernaderos peligrosos y la contaminación—ambos son reguladas por el EPA.

Y existe una razón válida para apoyar las emisiones reguladas por el gobierno. Desde la fundación de la Agencia en 1970 y a través del cumplimiento de las leyes de aire limpio bajo la dirección de la EPA, se han prevenido 1,7 millones ataques de asma, 22,000 ingresos hospitalarios por causas respiratorias, 42,000 visitas a hospitales cardiovasculares, así como 295 millones de incidentes de cáncer de piel. En los últimos 20 años la regulación del aire limpio por parte de la agencia ha prevenido 400,000 muertes prematuras.

En última instancia, los latinos son los que pagarán el precio más alto por estos recortes presupuestarios al EPA. Nosotros y nuestros hijos nos veremos expuestos a niveles elevados de riesgo y de daños. La contaminación del aire y el agua significan más visitas a la sala de emergencias, más días de ausencia al trabajo y a la escuela y más casos con problemas de salud graves y costosos.

Las familias latinas deberían rechazar los intentos de poner en riesgo a sus comunidades y exigir un EPA fuerte que pueda protegerlos de los contaminantes y que ayude a garantizar que el aire y agua estén limpios para las generaciones venideras.

Jorge Madrid es un Asociado de Investigación y Valeri Vásquez es asistente especial del equipo de energía para American Progress.