COLUMNA: Pocos Trabajos para Jóvenes este Verano

Publicado el 3 de Junio de 2011

Por Desmond Brown

Para muchos jóvenes, el verano es una época para jugar béisbol, ir a las playas, y hacer parrilladas, pero también es una época para conseguir un trabajo temporal. Sin embargo, para muchos adolescentes, este verano significará desempleo. Esto es un acontecimiento preocupante para nuestra competitividad económica nacional y la prosperidad a largo plazo.

Los empleos de verano tradicionalmente ofrecen a los jóvenes la oportunidad de experimentar los beneficios de un salario por primera vez. Desafortunadamente, se proyecta que el verano de 2011 tendrá una de las tasas más bajas de empleo para adolescentes en las últimas décadas. Un estudio reciente del Center for Labor Market Studies (Centro de Estudios del Mercado Laboral) estima que sólo uno de cada cuatro adolescentes entre las edades de 16 a 19 tendrán empleo durante los meses de junio, julio y agosto. En los últimos años, el número de adolescentes que trabajan durante los meses de verano se redujo drásticamente. Entre 2000 y 2010 la tasa de empleo de verano para jóvenes cayó de un elevado 46 por ciento al 27 por ciento. Este verano, ese porcentaje se espera que caiga a 25 por ciento.

Las opciones de empleo de verano serán aún más desoladoras para aquellos que más lo necesitan. Un análisis reciente realizado por el Economic Policy Institute (Instituto de Política Económica) muestra que los adolescentes de familias pobres tienen menos probabilidades de encontrar trabajos de verano que sus compañeros de clase media. Los adolescentes afro-americanos pobres fueron el grupo más afectado, sólo el 20 por ciento pudieron encontrar trabajo, en comparación con el 31 por ciento de los adolescentes hispanos pobres, y 36 por ciento de los adolescentes blancos pobres.

Sin oportunidades de empleo u otros programas para mantener a los adolescentes ocupados, muchos en vez participaran en otras actividades menos constructivas para ocupar su tiempo durante los meses de verano. Una Investigación del Center for Labor Market Studies (Centro de Estudios del Mercado Laboral) muestra que los adolescentes desempleados son más propensos a involucrarse en actividades delictivas y tienen mayores tasas de embarazo en la adolescencia. Ambas actividades ponen una carga más alta y a largo plazo en la sociedad y son los indicadores principales para una vida de pobreza y dificultades económicas.

La National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy (Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes) estima que sólo el 40 por ciento de las madres que tienen hijos menores de 18 años se gradúan de la escuela secundaria, en comparación con un alrededor del 75 por ciento de las mujeres jóvenes en situación similar que retrasan la maternidad hasta la edad de 20 o 21. Asimismo, más de la mitad de todas las madres que se benefician del programa de asistencia social tuvieron su primer hijo cuando eran adolescentes.

Quedarse en casa y fuera de problemas es, obviamente, el mejor escenario para el gran número de adolescentes que estarán desempleados este verano. Sin embargo, incluso si los adolescentes desempleados se quedan en casa, todavía perderán la experiencia crítica de su primer trabajo, la oportunidad de contribuir a las finanzas de sus familias, y la oportunidad de conectar de manera positiva y contribuir a sus comunidades. Para los adolescentes de comunidades desfavorecidas, la pérdida de la experiencia laborar e ingresos los empujará más lejos de alcanzar la seguridad económica.

Reconociendo la necesidad de frenar esta caída asombrosa de empleo de los jóvenes, el Congreso proporcionó $ 1.2 mil millones para los sistemas estatales de desarrollo laboral para financiar el empleo de verano y de capacitación para jóvenes desfavorecidos en el marco de la Acta de Recuperación y Reinversión de 2009. Este programa ofreció trabajo a más de 350.000 jóvenes para el verano. Un informe de Mathematica Policy Research, Inc. de febrero 2010 demuestra el impacto positivo del programa. El estudio mostró que más del 82 por ciento de los jóvenes que participaron en el programa de empleos del verano completaron su experiencia laboral. Casi el 75 por ciento de participantes consiguieron aumentos medibles en sus aptitudes laborales.

Desde el vencimiento de esta financiación en el año fiscal 2010, el Congreso no ha aportado recursos para mantener las oportunidades de empleo de verano para adolescentes. En la Cámara de Representantes, el Congressional Black Caucus abogó por recursos adicionales para el empleo juvenil de verano, proponiendo que el Congreso gaste $ 1.3 mil millones para proporcionar oportunidades de empleo para unos 300.000 jóvenes durante los meses de verano. Pero esta propuesta y otras recomendaciones de los defensores de la juventud en todo el espectro político no han recibido el apoyo suficiente.

De hecho, a principios de este año, el Congreso redujo la financiación de varios programas importantes de empleo de juventud para el resto del año fiscal 2011 hasta el mes de septiembre.

Sin importantes inversiones federales, los estados con problemas de liquidez y las comunidades locales simplemente no pueden permitirse el lujo de desarrollar los tipos de programas de formación de los jóvenes que han proporcionado empleo de verano para adolescentes por varias décadas. La falta de programas específicos para jóvenes este verano obligará a los que buscan empleo a competir con más trabajadores calificados que no tienen trabajo debido al mercado laboral rígido. Y con una tasa nacional de desempleo rondando cerca de los dos dígitos, los adolescentes en busca de trabajo enfrentan seria competencia.

Se necesita una estrategia de participación

El desarrollo de una estrategia nacional de participación de los jóvenes es un enfoque viable y necesario para reducir la pobreza en los Estados Unidos. Los políticos deben desarrollar un plan integral para apoyar a los adolescentes en riesgo, volver a conectar a aquellos que están desconectados de sus comunidades y familias, y ampliar las oportunidades de empleo para los trabajadores jóvenes.

La inversión en trabajos de verano es un enfoque rentable para preparar futuros trabajadores. El empleo en la adolescencia proporciona muchos beneficios positivos a largo plazo. El principal de ellos es que aporta conocimientos útiles de trabajo y crea una fuerte ética de trabajo entre nuestra fuerza laboral futura.

El empleo de verano también proporciona un flujo de ingresos para los jóvenes y sus familias, que puede levantar el ingreso familiar de manera notable y reducir las dificultades económicas que muchas familias de bajos ingresos enfrentan. Además, es más probable que los jóvenes emple
ados se vinculen con las empresas locales y oportunidades de voluntariado, lo que les permite mantenerse involucrados con sus comunidades.

En un momento en que el desempleo juvenil sigue creciendo, el dirigir las inversiones federales para los trabajos de verano para jóvenes es una manera obvia y rentable para preparar a los futuros trabajadores, aumentar los recursos a las familias y comunidades pobres, y reducir las actividades contraproducentes entre los jóvenes. Cuando las dos cámaras del Congreso vuelvan a Washington para su sesión de verano, nuestros representantes electos deben tomar medidas para garantizar que el 2011 sea el último verano de desempleo record entre los adolescentes.

Desmond Brown es un asesor para el proyecto Half in Ten del Center for American Progress y es un experto en los temas de la pobreza y la reforma a la asistencia social.