COLUMNA: Ocupemos a Wall Street Juntos

Publicado el 21 de Octubre de 2011

[title] Ocupemos Wall Street Juntos

[subtitle] Las personas de color son importantes para el movimiento

[blurb] Joy Moses y Jasmin Jones observan que la participación de personas de color en el movimiento los beneficia a ellos y a la causa.

[picture] Un hombre levanta un letrero de “Occupy the Hood” (Ocupar el Barrio). Los esfuerzos de esta red están diversificando el movimiento de “Ocupar Wall Street”, y las personas de color ven los vínculos entre sus intereses y los mensajes del movimiento.

Los esfuerzos realizados por grupos como “Ocupar el Barrio”, una red creada por activistas en las ciudades de Nueva York y Detroit con el fin de atraer a más personas de color al movimiento “Ocupar Wall Street”, están diversificando la conversación acerca del otro 99 por ciento. Esto de “ocupemos juntos” tiene sus beneficios para las personas de la raza blanca y las personas de color. Las personas de color ven los vínculos que existen entre sus inquietudes y los mensajes de este movimiento emergente. El movimiento les da una nueva oportunidad para atraer la atención hacia las causas que les interesan como son su lucha perdurable por la igualdad socioeconómica. El movimiento también puede aprender mucho de los esfuerzos que realizan las personas de color.

El vínculo que existe entre las personas de la raza negra y mestiza y la conversación es abrumadoramente claro y tiende a informarle a los blancos norteamericanos sobre su futuro. Nuestros grupos suelen ser los más afectados por las tendencias emergentes, tales como son la disminución de los empleos de salario mínimo y el aumento del desempleo.

Por ejemplo, los manifestantes de “Ocupar Wall Street” están protestando contra la desigualdad económica. Las personas de color ya conocen demasiado bien este problema. Considérese que como promedio, los afroamericanos ganan 73 centavos y los hispanos 69 centavos por cada $1 que ganan los estadounidenses de la raza blanca, muchos de los cuales también están teniendo dificultades para darles una vida decente a sus familias. Y cuando se trata de la crisis hipotecaria, los prestatarios de color tenían más de un 30 por ciento más de probabilidades de recibir préstamos a una tasa de interés más alta, incluso después de acreditar su calificación crediticia y otras evaluaciones de riesgo.

También están los préstamos depredadores del día de pago y las deudas estudiantiles. Los graduados universitarios de la raza negra son los que tienen una mayor probabilidad de mantener altos niveles de deudas estudiantiles.

Pero la conversación podría ir más a fondo. Nuestros grupos han estado vinculados por mucho tiempo a los llamados a la intervención del gobierno en la actividad comercial—lo que es, sin dudas, una opción para el movimiento actual. Por ejemplo, en la época en que a los afroamericanos se les compraba y vendía como esclavos, el gobierno debía intervenir para poner fin a esa práctica. Y cuando existía el sistema racista de segregación racial y se empleaba la mano de obra sino-americana en la construcción de los ferrocarriles, al igual que hoy se debate el problema de la inmigración—situaciones en las que la condición de segunda clase en la que se encontraban ciertos grupos permitía (y permite) la explotación económica—la intervención gubernamental fue y sigue siendo necesaria.

Los manifestantes de “Ocupar Wall Street” hablan de la incapacidad del gobierno para proteger los derechos económicos fundamentales de sus ciudadanos. Por muchos años, las personas de color se han manifestado de manera franca y abierta en cuanto a este asunto desde la época del movimiento de los derechos civiles hasta las luchas por la inmigración y la protección de los derechos al voto de hoy en día, recibiendo muy poca respuesta. Hasta cierto punto, todos nos sentimos alejados del gobierno porque el progreso es difícil de lograr.

Para ser claros: cuando hablamos de por qué las personas de la raza negra deberían sentir un vínculo particularmente fuerte con el “Movimiento del 99 Por Ciento”, no estamos tratando de sembrar la división o asumir una actitud de superioridad con respecto a quien ha sufrido más. Más bien, creemos que esto pone sobre el tapete algunos puntos sobre el valor que tiene el movimiento.

En primer lugar, por definición, el “99 Por Ciento” es un grupo de personas diversas. Existe una gran posibilidad de fortalecer aún más los esfuerzos actuales y mover más montañas a través de la participación de estos grupos en el diálogo nacional sobre el “99 Por Ciento”. La mejor manera de lograr esto es acercarnos a cada grupo donde el vínculo resulta más real para ellos.

En segundo lugar, abrigamos la esperanza de que el movimiento esté iniciando un diálogo serio sobre la creación de una clase media sólida y de oportunidades de ascenso social para todos—y esto debería significar la garantía de que dicho progreso abordará las desigualdades históricas y continuas. “Ocupar Wall Street” podría encarnar un esfuerzo colectivo para promover los asuntos que han afectado históricamente a subgrupos particulares.

Por último, podemos mirar retrospectivamente a los movimientos por la justicia racial y reconocer las estrategias pasadas y presentes que funcionaron y las que no funcionaron. Esta reflexión también brinda ejemplos claros y poderosos que pueden utilizar los defensores para demostrar como a veces el bien de la nación y de su pueblo justifica la intervención gubernamental en los intereses de las empresas. Entre los ejemplos más vívidos se incluyen los citados más arriba—la esclavitud y las leyes de segregación racial Jim Crow, entre otros. Dichos ejemplos ilustran el hecho de que el mundo no se va a acabar si el gobierno regula la actividad comercial particular—de hecho, esto puede traer mejores resultados y elevar nuestra estatura moral en el escenario mundial.

“Ocupemos juntos” cuenta con la potencial para demostrar el bien que puede resultar de abrazar de manera positiva la diversidad—en la unión está la fuerza y la sabiduría que surge del conocimiento compartido de las experiencias de cada uno.

Joy Moses es una Analista de Política y Jasmin Jones es la Asistente Especial de Asuntos Exteriores en American Progress