COLUMNA: Luchando la Pobreza con la Educación Preescolar

Publicado el 21 de Octubre de 2011

Esta semana, el Acta de Educación Primaria y Secundaria (ESEA por sus siglas en inglés)—el programa federal más grande para mejorar la educación, en particular para los estudiantes desfavorecidos—entró en revisión en el Senado. Esta revisión le da al Congreso una oportunidad única para mejorar nuestro sistema educativo y expandir los programas federales de educación preescolar para niños de bajos ingresos.

Más niños que nunca viven en la pobreza

Un número alarmante de niños en Estados Unidos son pobres. Los últimos datos del Censo revelan que en 2010, más de uno de cada cinco niños estadounidenses vivía en condiciones de pobreza. Los niños de color tienen las tasas más altas, con casi 40 por ciento de los niños afroamericanos y 35 por ciento de los niños hispanos por debajo del umbral de la pobreza. Los niños latinos constituyen el mayor grupo étnico de niños en pobreza, con 6.1 millones de niños pobres en 2010.

Estos niños sufren en la escuela: los jóvenes pobres tienen tasas más altas de fracaso escolar y una mayor probabilidad de retención de grado. Los niños de las familias pobres son dos veces más propensos a repetir un año, y aproximadamente diez veces más propensos a abandonar la escuela secundaria.

Aún queda mucho por hacer para mejorar el acceso a los programas preescolares a pesar de que se han ampliado a un ritmo prometedor en la última década. Por ejemplo, sólo 40 por ciento de los niños de cuatro años están inscritos en los programas de educación preescolar financiados por el gobierno. Esta cifra es aún peor para los niños de tres años. De hecho, todavía hay 10 estados que no tienen ningún tipo de programa preescolar público.

No es sorprendente, entonces, que en las comunidades de bajos ingresos, los niños entran en la escuela con un promedio de 12 a 14 meses detrás de sus compañeros de familias de mayores ingresos. Estas estadísticas son especialmente preocupantes porque el éxito académico es un indicador importante de los ingresos y los índices de criminalidad.

Cómo la Educación Preescolar Puede Ayudar

Los programas preescolares de alta calidad han demostrado que mejoran el rendimiento académico y les dan a los niños las habilidades y herramientas para tener éxito y contribuir a la sociedad.

Los resultados de los programas de educación preescolar hablan por sí mismos. Los adultos que participan en los programas de educación preescolar muestran tasas de delincuencia más bajas, y los participantes y sus padres disfrutan de mayores tasas de ingreso que sus contrapartes que no tuvieron la misma oportunidad. Participantes de estos programas también tienen mayor probabilidad de graduarse de la escuela secundaria y son 2,5 veces más probables de continuar a la educación superior.

El financiar los programas de educación preescolar es también una de las inversiones más sensatas que podemos hacer. Diversos informes determinan que, en promedio, la sociedad ve un retorno de $7 por cada $1 invertido en programas de educación preescolar.

Esta cifra se puede dividir de la siguiente manera:

  • Los costos para nuestro ya sobrecargado sistema de escuelas públicas se reducen significativamente ya que los participantes en los programas de educación preescolar tienen menos probabilidades de repetir el grado y no requieren de costosos programas de educación especial.
  • La disminución de los índices de criminalidad se traducen en un menor gasto para nuestro sistema judicial.
  • Las mayores tasas de ingresos de los participantes de programas de educación preescolar resultan en mayores contribuciones al sistema tributario.
  • Los participantes de programas de educación preescolar tienden a consumir menos servicios sociales del gobierno.

Pero este número puede ser aún mayor. En un estudio longitudinal de los niños en situación de riesgo, los participantes en un programa preescolar de alta calidad tuvieron más éxito académico a los 19 años de edad que el grupo de control, y también desarrollaron fuertes habilidades sociales y tuvieron mejores perspectivas económicas. Para los 27 años de edad, los participantes tenían menores tasas de arrestos, mayores niveles de ingresos, y mayores tasas de graduación de la escuela secundaria. Los beneficios sólo crecieron a medida que los participantes cumplían años, y se multiplicaron para los 40 años.

Los investigadores estimaron que en el transcurso de las vidas de los participantes cada $1 invertido en los programas de educación preescolar producía más de $17 en beneficios para la sociedad. Los programas de educación temprana de calidad también tienen beneficios marcados para los padres y las familias de los niños pequeños por lo que les permite participar de forma más productiva en la fuerza laboral.

La investigación es clara: los programas de educación preescolar pueden combatir la pobreza y hacer una diferencia notable en el éxito de nuestro sistema escolar. En un momento en que un número récord de niños viven en la pobreza, los programas con eficacia comprobada y demostrable, como la de educación preescolar, son de gran importancia.

La ESEA fue aprobada originalmente en 1965 como parte de la Guerra contra la Pobreza. Es hora de que ampliemos y fortalezcamos los programas preescolares financiados por el gobierno.

Jennifer Rokosa is an ethnic media intern at American Progress.