Por Philippe Nassif
Las personas nacidas en territorio estadounidense son garantizadas la ciudadanía automática por una disposición que se encuentra en la Enmienda 14 de la Constitución de Estados Unidos. Esta disposición, a menudo referida como "ciudadanía por nacimiento", ha sido recientemente objeto de ataques intensos de políticos conservadores. En las legislaturas estatales alrededor del país, legisladores conservadores han presentado proyectos de ley dirigidos a bloquear el derecho de la ciudadanía de los niños nacidos en el estado de padres indocumentados, así como trabajadores profesionales y otros no ciudadanos con visas de largo plazo. El presidente del Comité Judicial de la Cámara Lamar Smith (R-TX) ha declarado su intención de realizar audiencias sobre el tema.
La política oportunista ayuda a explicar el razonamiento detrás de este ataque a la cláusula de la ciudadanía de la Constitución. Un sistema quebrantado de inmigración nacional, junto con una lenta recuperación económica caracterizada por el lento crecimiento de empleos crea una apertura para que algunos políticos obtengan beneficios electorales a corto plazo al demonizar a los inmigrantes. Sin embargo, numerosos académicos y políticos conservadores como Linda Chávez y James Ho expresan graves preocupaciones por las ramificaciones políticas y legislativas de esta tendencia.
Un informe publicado este mes por Sam Fulwood III, un Socio Principal y Marshall Fitz, Director de Política de Inmigración para el Center for American Progress, explica las múltiples consecuencias imprevisibles y no deseadas si la revocación de la ciudadanía por nacimiento se pone en marcha, entre ellos:
• Funcionarios de gobierno en cada sala de partos del hospital, un proceso profundamente costoso e intrusivo de comprobación y verificación de documentos para todos los bebés nacidos en los Estados Unidos.
• Una nueva clase inferior de personas que carecen la ciudadanía que se encuentran marginados de la sociedad, lo que puede resultar en el deterioro de nuestra competitividad económica en el futuro
• Las mujeres tendrían que cargar con decisiones de maternidad dependiendo de la ciudadanía de los padres, poniendo en peligro a los recién nacidos y a sus madres en este país
• Un país que de pronto se vuelve profundamente anti-inmigrante, en contra de nuestro patrimonio histórico y el núcleo de nuestros valores nacionales y socavando nuestro apreciado sistema democrático, construido por y para inmigrantes
A pesar de todo esto, el asunto no está muerto en los ojos de algunos políticos. El 25 de enero de 2011, los Senadores Rand Paul (R-KY) y David Vitter (R-LA) presentaron legislación para enmendar la Constitución y limitar la ciudadanía a los recién nacidos que puedan demostrar que uno de sus padres es ciudadano de EE.UU., un inmigrante legal, o un miembro activo de las Fuerzas Armadas en el momento del nacimiento del niño.
El Center for American Progress y el American Constitution Society organizaron conjuntamente un evento a principios de este mes con pensadores principales de derechos civiles quienes debatieron sobre cómo nuestro país se vería si la disposición de ciudadanía por nacimiento en la Enmienda 14 fuese derogada, así como su efecto sobre todos los estadounidenses.
"Es importante tener en cuenta los argumentos que la gente está haciendo para derogar la Enmienda 14", dijo Fulwood en el evento. "Estos van en contra de la esencia de lo que significa ser un estadounidense".
Margaret Stock, una profesora de la Universidad de Alaska, señaló que "La Enmienda 14 [era] el mayor logro del Partido Republicano después de la guerra civil…Es terrible que Republicanos hayan propuesto esta enmienda".
Como el presidente Barack Obama dijo en su discurso en El Paso el 10 de mayo:
No importa de dónde vienes; lo que importa es que creas en los ideales de nuestra fundación; que creas que todos nosotros somos iguales y merecemos la libertad de ir en pos de la felicidad. Que al adoptar a Estados Unidos, puedes ser estadounidense. Y eso nos enriquece a todos.
Una modificación de la Enmienda 14 para poner fin a la ciudadanía por nacimiento daría lugar a un Estados Unidos muy diferente, que se caracteriza por dos clases de residentes nacidos aquí, los ciudadanos y los menos de los ciudadanos.
Philippe Nassif es un Pasante Universitario para American Progress.