Los medios de comunicación pueden reimprimir y editar esta columna por longitud y formato siempre y cuando se incluya la información del autor y su afiliación y se notifique al Center for American Progress. Fue publicada originalmente por el Center for American Progress en inglés aquí y en español aquí.
Washington, D.C. – La semana pasada, la Corte Suprema tomó un salto hacia la justicia cuando respaldó el Acta de Cuidado Asequible, también conocido como Obamacare-una ley que garantiza que todos los estadounidenses tengan acceso igual a la atención médica de buena calidad. Los jóvenes, especialmente los de color, se benefician enormemente de esta ley.
Nuestro sistema de salud desigual y costosa desproporcionadamente afecta a las poblaciones marginadas, que son más propensas a estar desempleados, tener empleos que no ofrecen seguro de salud y tener menores ingresos que hacen que las primas de seguro sean imposibles a pagar. Las comunidades de color también enfrentan barreras raciales, geográficas y sociales que obstruyen su acceso a seguro de salud asequible, haciendo más difícil el mantenerse saludable poder adquirir atención médica cuando la necesitan.
Al pronunciarse a favor del Acta de Cuidado Asequible, la Corte Suprema les permitió a millones de jóvenes de color continuar beneficiándose de un sistema de salud más equitativo. También tomó la salud de estos jóvenes fuera de las manos del juego político.
Cinco maneras en las cuales Obamacare les ayuda a los jóvenes de color
Se amplia la cobertura para dependientes
La tasa de no asegurados es particularmente alta en las comunidades de color, las personas entre las edades de 18 y 34, y aquellas personas con ingresos familiares menores de $25,000 al año. El Acta de Cuidado Asequible ayuda a mantener a los jóvenes con seguro medico al hacer que puedan permanecer en los planes de seguro de sus padres hasta los 26 años. Bajo este plan, el mudarse de la casa, casarse, graduarse de la universidad, o declarar independencia financiera no descalifica a los adultos jóvenes de mantenerse en el seguro de salud de sus padres.
Esta disposición ya está haciendo una gran diferencia. En los dos años desde que el Acta de Cuidado Asequible fue aprobado, más de 736,000 latinos, 410,000 afroamericanos, 97,000 asiático-americanos y 29,000 indígenas americanos/ nativos de Alaska menores de 26 años han obtenido acceso a seguro de salud y se han beneficiado de sus importantes efectos indirectos. Las decisiones que tomen de donde vivir o trabajar ya no se harán en base de donde y como obtener el seguro de salud.
Empleos, empleos, empleos
La Gran Recesión de 2007-2009 les afectó especialmente a la gente de color: muchos laboran en los campos de baja cualificación o pequeñas empresas, donde los despidos han sido graves y los beneficios son pocos. Por ejemplo, en 2010 los blancos no hispanos obtuvieron 71 por ciento más seguro de salud patrocinado por su empleador que los latinos y 48 por ciento más que los afroamericanos. Las personas de color son también más propensas a ser excluidos de la educación superior y la capacitación técnica, y constituyen una parte desproporcionada de la mano de obra "no calificada", donde los empleos son más propensos a los despidos y la inestabilidad. Cambiando de empleo repetidamente también pone a los jóvenes de color a riesgo de no cumplir el período de espera frecuentemente requerido de nuevos empleados antes de poder tener acceso a los beneficios del seguro.
Frente a un mercado de trabajo turbulento y una economía menguante, la disposición de cobertura ampliada también crea la oportunidad para los jóvenes de conseguir un trabajo sin tener que preocuparse sobre cómo pagar o mantenerse cubiertos por el seguro. Esto es de gran importancia para los jóvenes de color en las comunidades rurales, donde la disminución de la población está en gran parte impulsada por los jóvenes que se mudan para encontrar puestos de trabajo que les dan los beneficios que necesitan.
Ampliando la atención primaria y preventiva
Al ayudar a los jóvenes de color obtener servicios de atención primarios y preventivos de alta calidad, el Acta de Cuidado Asequible también alienta relaciones médico-pacientes entre poblaciones que, históricamente, buscan atención médica con menos frecuencia. Las personas con condiciones pre-existentes pueden acceder a la atención que necesitan inmediatamente a través del Plan de Seguros para Condiciones Pre-Existentes (también llamado PCIP), que incluye la cobertura de la atención primaria. Hasta hoy, más de 50,000 estadounidenses se han inscrito en el programa.
Más aún, aquellos con planes de salud públicos y muchos subscritos bajos los planes privados ahora tienen acceso a muchos servicios preventivos sin costo alguno, incluyendo a las vacunas, las visitas de rutina para madre e hijo, y los exámenes de salud. Este fue un beneficio importante para los latinos, que pagan más por los gastos médicos no cubiertos por seguro que cualquier otro grupo: el 42 por ciento de los latinos dicen que el pagar del bolsillo por los gastos médicos es una problema "muy grave"-más del doble de la proporción de blancos no hispanos.
La salud sexual y reproductiva
El Acta también les da a las mujeres jóvenes de color más decisión sobre cuándo y cómo tener hijos: La mayoría de los planes de seguros están obligados a proporcionar cobertura gratuita para anticonceptivos aprobados por el FDA. Esto directamente beneficia a las latinas, que enfrentan el doble de embarazos no planeados que sus homólogos blancos. Al eliminar los obstáculos financieros para obtener anticonceptivos, el Acta de Cuidado Asequible ayuda a las mujeres de color tener embarazos saludables y planificados.
Adem&aacu
te;s, los jóvenes, la gente de color y las mujeres sufren la peor parte de las enfermedades de transmisión sexual en los Estados Unidos: Casi la mitad de los aproximadamente 19 millones con enfermedades de transmisión sexual reportados cada año afectan a las personas de 15 a 24 años de edad. Por otra parte, en 2007, los afroamericanos y los latinos representaron el 87 por ciento de todas las nuevas infecciones por el VIH entre personas de 13 a 19 años, a pesar de que representan sólo el 32 por ciento de la población. El Acta de Cuidado Asequible empodera a los adolescentes de color porque proporciona $75 millones al año en financiamiento para educación sexual y la prevención del embarazo en la adolescencia- dinero dedicado a reducir estas estadísticas.
La expansión de Medicaid
Por último, el Acta de Cuidado Asequible amplía la elegibilidad para Medicaid- el programa gubernamental de seguro médico para personas de bajos ingresos- para cubrir a ciudadanos e inmigrantes elegibles, con ingresos hasta el 133 por ciento de la línea federal de pobreza. A través de esta expansión más personas recibirán atención médica de mejor calidad.
Para muchas personas de color, Medicaid es un salvavidas. En 2009, el U.S. Buro del Censo encontró que el 26.4 por ciento de los adultos latinos y casi la mitad de los niños latinos obtienen acceso a la atención de salud a través de Medicaid y/o el Programa de Seguro Médico para Niños o llamado CHIP (en ingles). Y a partir de 2010 habían un estimado de 8 millones de niños sin seguro médico en Estados Unidos-5 millones de estos jóvenes se encontraban en familias que vivían debajo del 200 por ciento del nivel de pobreza.
La revocación de la expansión de Medicaid hubiera atrapado a estos jóvenes en ciclos de pobreza: Los no asegurados tienen mayores tasas de enfermedad y sufren desproporcionadamente los efectos de la pérdida de educación, empleo y otras oportunidades sociales y cívicas.
Conclusión
Los jóvenes de color se han beneficiado notablemente del Acta de Cuidado Asequible desde su aprobación en 2010, y hubieran enfrentado pérdidas sustanciales si la Corte Suprema hubiera anulado la ley. La derogación o el desfinanciamiento del Acta de Cuidado Asequible- como los conservadores están ahora tratando de hacer- eliminarían importantes garantías de cobertura y protecciones del consumidor de comunidades vulnerables que están ahora aprovechando los beneficios más importantes de la política.
Deanna Parrish es una pasante universitaria con Medios Étnicos en el Center for American Progress.