Inmigración

Protegiendo Nuestra Frontera, Ayudando Nuestra Economía

Publicado el 9 de Mayo de 2011

El presidente Barack Obama llega a El Paso, Texas, mañana para presentar su visión de un sistema de inmigración que responda a las necesidades económicas y de seguridad de nuestro país en el siglo 21. El discurso del presidente, sin duda, se centrará en los logros de su gobierno a impulsar la seguridad en la frontera, y debe ser una oportunidad para que presente una evaluación cuidadosa de que más se necesita para garantizar una frontera funcional y una buena política de inmigración, algo que el pueblo estadounidense apoya de manera contundente, de acuerdo una reciente encuesta del Pew Research Center.

Estos argumentos económicos y de seguridad necesitan hacerse frente a las agresiones cínicas de conservadores antiinmigrantes sobre el historial de la administración– ataques diseñados a bloquear los esfuerzos de una reforma seria que tiene que ser debatida por el bien de nuestro país. A pesar de afirmaciones en contrario, el gobierno de Obama ahora cuenta con un número récord de agentes a lo largo de la frontera con México, que trabajan con tecnología funcional basada en decisiones de inversión sabias diseñadas para detener el flujo de inmigrantes indocumentados.

Como detalla el informe "Ladrillo a Ladrillo" del Center for American Progress, el Departamento de Seguridad Nacional ha cumplido o superado casi todos los puntos de referencia que formaron parte del debate en el Congreso en 2007. Sin embargo, los conservadores antiinmigrantes vuelven a los temas como la "seguridad en la frontera", sólo para mover la meta de lo que significa asegurar la frontera cada vez que la administración alcanza nuevos hitos. El análisis político de CAP "Proponentes de’La Seguridad Fronteriza Primero’ Impiden Reforma Inmigratoria ", revela los motivos políticos y carácter cínico de estos gritos conservadores, que evitan intencionalmente el trabajo duro necesario para arreglar nuestro sistema quebrado de inmigración.

De hecho, la alternativa conservadora, la deportación en masa, le costaría a los contribuyentes de EE.UU. y a nuestra economía nacional cientos de miles de millones de dólares cada año. Un informe de CAP encuentra que el Departamento de Seguridad Nacional tendría que gastar $285 mil millones, o $23.148 por persona, para detener, encarcelar y deportar a todos los inmigrantes indocumentados en nuestro país, recurriendo a tácticas que por cualquier medida serían profundamente antiamericanas.

Por lo contrario, la reforma inmigratoria integral sería indiscutiblemente beneficiosa. Un análisis de CAP sobre los beneficios económicos de la legalización de inmigrantes indocumentados trabajando en el país en lugar de deportarlos sugiere una diferencia nacional de $2,6 billones perdidos a comparación a $1,5 billón adquiridos en el crecimiento del PIB acumulado sobre más de 10 años. Arizona podría ver un aumento de $1.68 mil millones en ingresos fiscales si los trabajadores indocumentados del estado se legalizaran en comparación con una pérdida del 10 por ciento en los ingresos del estado si todos estos tuvieran que salir del estado.

El presidente Obama y su administración reconocen la importancia de arreglar nuestro sistema inmigratorio quebrantado. Nosotros, en el Center for American Progress esperamos un nuevo impulso para poner en práctica una reforma integral a nivel nacional, donde la aplicación de las leyes inmigratorias debe suceder. Así, también, lo espera el pueblo estadounidense, que cerca de un margen de cuatro a uno están favor de un camino legal a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados.

Angela Maria Kelley es Vice Presidente de Política Inmigratoria y Abogacía para el Center for American Progress. Para aprender más sobre las propuestas políticas del Centro, mire la lista de informes abajo o visite nuestra página de inmigración.