Seguridad Nacional y Política Internacional

Los Estados Unidos en su punto más alto

Por Tom Jawetz y Ken Guide | Publicado el 18 de Noviembre de 2015
AP/Santi Palacios
A Syrian mother hugs her child after arriving at the Greek island of Lesbos on an overcrowded inflatable boat on October 27, 2015.

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Las víctimas de la violencia y el chaos perpetrado por el Estado Islámico de Irak y al-Sham o ISIS son las víctimas civiles de Seria. Millones de sirios han huido del conflicto armado de su país o han sido desplazados a causa de la lucha entre el régimen de Assad, ISIS y una variedad de grupos opositores. La gravedad de esta crisis humanitaria, que ha afectado a 4 millones de refugiados sirios, se convirtió en un enfoque en el mes de septiembre cuando fotos de un niño queño, Alyan Kudi, quien se ahogó en la isla griega de Kos en un intento desesperado para llegar a la costa, salieron a luz. Este episodio individual provoco a estadounidenses a través del espectro político para exigir más acción para ayudar a los vulnerables refugiados sirios encontrar reubicación.

Nada sobre esta triste realidad ha cambiado desde los ataques terroristas horríficos de la semana pasada en Paris orquestados por ISIS. Después de los recientes bombardeos en Beirut y del derribo del avión en Egipto, es comprensible que los estadounidenses se preocupen sobre la expansión de colaboradores de ISIS. Los Estados Unidos pueden continuar tomando los pasos suficientes para asegurarse que los grupos terroristas no exploten del programa de refugiados de EE.UU. Pero EE.UU. no puede darle la espalda a aquellos que ya están sufriendo en las manos de ISIS: No podemos sucumbir al miedo de ISIS que explícitamente intenta difundir el miedo a través de sus actos de terror.

Hace apenas unos meses, los estadounidenses de todas las tendencias políticas reconocieron el valor moral y la seguridad fundamental para resolver esta crisis de refugiados. El Senador Lindsey Graham (R-SC) hizo un llamado a EE.UU. para “asumir nuestra parte” reconociendo que “es de nuestro interés de seguridad nacional para adelantarnos del problema”. El gobernador de Michigan Rick Snyder (R) cuyo estado ya ha reasentado unos 200 refugiados sirios, comenzó inmediatamente a trabajar con la administración en los planes para reasentar más refugiados sirios en Michigan. Snynder reconoció que hacer esto ayudaría a mejorar la economía del estado y también noto que es lo que cualquier “buena persona de Michigan” haría.

Esto está en contra de la creciente critica del reasentamiento de los refugiados sirios – de los cuales tres cuartos son mujeres y niños – todavía más decepcionante. Más de dos docenas de gobernadores, incluyendo al gobernador Snyder, han hecho declaraciones sobre la dudosa autoridad legal para terminar con los planes de reasentamiento de refugiados sirios; miembros del congreso como el Senador Graham, han seguido el ejemplo. En unas pocas horas, Gov. Nikki Haley (R), del Carolina del Sur, quien es hija de inmigrantes, declaro que su estado iba a cerrarles las puertas a los refugiados sirios.

El reasentamiento de refugiados es un valor principal Americano. La convención de refugiados del 1951 se estableció durante la víspera del fracaso mundial de proteger a las personas huyendo la persecución de la Alemania Nazi y de las potencias del eje. Las leyes de refugiados y las políticas estadounidenses, fueron en gran parte, diseñadas para nunca olvidar la herencia del MS St. Louis, un transatlántico con 937 judíos buscando protección en EE.UU. Fue regresado a Europa en 1939 y más de un cuarto de sus pasajeros fueron asesinados durante el Holocausto.

No podemos ignorar los riesgos. Pero los Estados Unidos ya implementa un programa extensivo de verificación de antecedentes y de seguridad en la admisión del programa de Refugiados. Distinto a los cientos de miles de personas que han llega a Europa buscando asilo, los refugiados que son seleccionados para el reasentamiento en los EE.UU. son seleccionados por la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas y por el Departamento de Seguridad Nacional o por sus siglas en ingles DHS, deben presentarse para varias entrevistas en persona antes que puedan poner un pie en el país. Todos los refugiados de Siria se les escanea el iris cuando son registrados por primera vez por el personal de refugiados de las Naciones Unidas en un país de asilo de primera línea como Jordania, permitiéndoles una revisión de identidad completa y consistente durante el proceso de revisión y de investigación. La información biográfica y biométrica son comparadas con las bases de datos del Centro Nacional de Lucha contra el Terrorismo, el Departamento de Seguridad Nacional, DHS, la Oficina Federal de Investigaciones, el Departamento de Estado, y las amplias comunidades de inteligencia y policiacas.

Para los refugiados sirios, el proceso toma un promedio de dos años y esto incluye un nivel superior de revisión por el personal de los Servicios de Ciudadanía y Migración de EE.UU. dentro del DHS. Todos los refugiados tienen una revisión final por el U.S. Customs and Border Protection’s National Targeting Center-Passenger y el programa de Transportation Security Administration’s Secure Flight antes de ser admitidos en el país.

Este nivel de revisión va más allá de cualquier sistema de investigación utilizado lo largo de la amplia y exitosa historia de EE.UU. como líder mundial en el reasentamiento de refugiados. Desde 1975, EE.UU. ha reasentado a más de 3 millones de refugiados a través del mundo, incluyendo a 169,000 de Bosnia y más de 100,000 de Irak. Durante ese tiempo, no hay record de ningún ataque terrorista en EE.UU. por los refugiados. Esto no es de sorprenderse. Los refugiados son por definición, personas que huyen de la persecución y no los que cometen las persecuciones.

Antes de que le permitamos que los terroristas dicten el sistema estadounidense de refugiados y antes de cerrarles las puertas a aquellos que huyen de los regímenes del terror, debemos tomar un momento y valorar lo seguro que ha sido el programa de refugiados.

Al mismo tiempo, debemos explorar las nuevas maneras en las que podemos mejorar el proceso de control de seguridad. La administración puede dirigir a las agencias policiacas y de inteligencia a consagrar más personal y recursos para el proceso de verificación de antecedentes y de seguridad. El congreso debe de apoyar estos esfuerzos con aumentar las aprobaciones de fondos. Los EE.UU. podría liderar un esfuerzo multilateral para incrementar la recopilación de datos de inteligencia en los campos de refugiados. Todo esto se puede llevar acabo con más entrevistas y recolectando datos biográficos y biométricos.

En el estado actual del problema, los estadounidenses deben prestar atención a sus reacciones ante cualquier nota noticiaría, buena o mala – particularmente aquellas a las que ultimadamente se les demuestra su inexactitud. Por ejemplo, los oficiales europeos y la policía francesa ahora creen que los criminales a cargo de los ataques de Paris se identificaron como ciudadanos europeos y que los dos pasaportes sirios que fueren encontrados en el sitio de los ataques son falsos. O cuando el gobernador texano Greg Abbott explico su decisión de bloquear el reasentamiento de los refugiados en Texas, diciendo que “cualquiera de [ellos] pueden estar relacionado con el terrorismo” es necesario que nos explique porque un terrorista potencial, optaría por la dificultada del proceso altamente detallado, dolorosamente lento y sumamente incierto para poder llegar a EE.UU. Tampoco podemos dejar que el temor nos lleve a tomar decisiones simplificadas e incorrectas. Las declaraciones del el gobernador de Alabama Robert Bentley (R) son igualmente incorrectas ya que aseguro que al frenar el programa de asentamiento de refugiados aseguraría que “las personas de Alabama no tengan ni el más mínimo riesgo de un ataque.” Terminar el reasentamiento de refugiados conlleva sus propios peligros.

La construcción de barreras para reasentar a los sirios en EE.UU. incrementa la presión de los vecinos de Siria – como Jordania, Líbano y Turquía – al tener que recibir miles de refugiados sirios por si solos. Esto lleva a muchos refugiados a optar por otras vías fuera de los canales oficiales de reasentamiento y a ser explotados por traficantes y redes criminales. Esto intensifica la presión en otros países y en nuestros aliados europeos e incrementa el ciclo de desestabilización en la región que potencialmente puede exacerbar el problema de refugiados. Los EE.UU. deben recibir a más refugiados sirios, no a menos. Los Estados Unidos puede resolver este problema ahora, o puede resolverlo mucho más hacia adelante cuando probablemente será mucho peor.

En momentos como estos tenemos el reto de ser lo mejor posible. Los estadounidenses no se dejaran vencer por el miedo. No debemos dejar nuestros valores. Y no debemos abandonar a las personas más vulnerables del mundo cuando más necesitan de la fuerza y la protección de EE.UU.

Tom Jawetz es vicepresidente de Immigration Policy en el Center for American Progress. Ken Guide es Senior Fellow con el equipo de Seguridad Nacional del Center for American Programs.