Inmigración

Cómo la acción diferida ha mejorado las vidas de cientos de miles de jóvenes indocumentados

Publicado el 8 de Octubre de 2014
AP/Damian Dovarganes
Un grupo de DREAMers se agarran de las manos despues de anunciar su ayuno de una semana en solidaridad con los ninos inmigrantes y sus familias escapando de la violencia y pobreza en America Central, cerca de Olvera Street en Los Angeles Lunes 21 de julio del 2014.

En septiembre se cumplió el segundo aniversario del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). La póliza temporariamente difiere la deportación de jóvenes indocumentados elegibles y confiere acceso a permisos de trabajo y números de Seguro Social por dos años, con posibilidad de renovación.

En los últimos dos años, la Cámara de Representantes ha tratado de poner fin a DACA dos veces, y el último voto también intento prohibir al Presidente Obama expandir el mismo alivio a más inmigrantes indocumentados. Aunque la propuesta ley no tiene oportunidad de convertirse en ley, el voto señala la creciente oposición de Republicanos en la Cámara de Representantes  contra cualquier medida ejecutiva para proveer alivio a millones de inmigrantes indocumentados. Esto, a pesar que los mismos Representantes no hicieron nada para votar sobre una propuesta reforma inmigratoria por más de un año. A pesar de estos retos, en los próximos meses, cientos de miles de jóvenes indocumentados tendrán que renovar sus DACA y cientos de miles más todavía tienen que solicitar el programa.

Más de 680,000 jóvenes indocumentados han solicitado DACA, y a partir de julio del 2014, 587,366 han recibido su permiso de trabajo y alivio de deportación. Colectivamente, estos jóvenes y sus familias han pagado más de $300 millones para solicitar DACA.

Los beneficios de DACA son numerosos, pero el impacto del programa en las vidas de jóvenes indocumentados no puede ser subestimado. DACA ha abierto las puertas para que jóvenes tengan mejor oportunidad económica, alcanzar más educación, y participar más en sus comunidades. También ha creado un sistema base para empezar el proceso de registro de a jóvenes indocumentados para un posible estatus legal en cuando una reforma sea posible.

Estos son los beneficios de DACA para jóvenes inmigrantes y la economía:

DACA ha mejorado las oportunidades económicas para jóvenes indocumentados

Muchos jóvenes indocumentados viven en situaciones económicamente vulnerables. Una encuesta reciente (In Their Own Word: A Nationwide Survey of Undocumented Millennials) de jóvenes “DACAmented” – inmigrantes indocumentados beneficiarios de DACA – indicó que el 77 por ciento de los encuestados tenían ingresos personales por debajo de los $25.000. Similarmente, el Migration Policy Institute estima que el 43 por ciento de jóvenes inmigrantes, que son inmediatamente elegibles para DACA, viven (¿?present tense right?) en familias con ingresos anuales bajo el 100 por ciento del nivel de pobreza federal.

DACA, sin embargo, ha abierto nuevas puertas para los jóvenes indocumentados. Desde que el programa empezó el 70 por ciento de los encuestados pudieron conseguir su primer trabajo o iniciar un nuevo trabajo. Además, el 45 por ciento reportaron más ingresos del trabajo, así aumentando el sus tazas de impuesto sobre la nomina (¿?). La autorización de trabajo permite a los beneficiarios de DACA obtener puestos de trabajo por lo que pagan impuestos, los cuales apoyan programas vitales como el Seguro Social y Medicare, –   a pesar de que no pueden acceder a estos y otros programas de protección social actualmente.

Los jóvenes indocumentados también han hecho contribuciones en varios otros aspectos. Casi el 50 por ciento de los beneficiarios de DACA encuestados han abierto su primera cuenta bancaria y el 33 por ciento han obtenido su primera tarjeta de crédito. Estos cambios permiten a los jóvenes usar sus nuevos ingresos a en sus comunidades y ayudan generar nuevos trabajos con más demanda de bienes y servicios.

Los jóvenes indocumentados pueden alcanzar una educación más avanzada

DACA ha aumentado la capacidad de  jóvenes indocumentados de tener más acceso a oportunidades económicas, pero la evidencia también muestra que este programa esta ayudando a que los jóvenes mejoren su nivel académico. Para calificar para DACA, una persona joven debe haberse graduado de la escuela secundaria, completar el examen de Desarrollo Educativo General (GED), o estar actualmente matriculados y asistiendo a la escuela o universidad. Otros 426 mil jóvenes indocumentados podrán califican para el programa si cumplen con los requisitos educativos. Esto ha animado a más jóvenes indocumentados a regresar a la escuela para completar su educación y, potencialmente, llegar a la educación superior.

Además, DACA ha ayudado a algunos estudiantes indocumentados a completar su educación superior. En algunos estados, como Arizona, los beneficiarios de DACA pueden inscribirse en algunos colegios comunitarios públicos con matrícula estatal y Virginia recientemente cambio su política y permite a los beneficiarios de DACA  pagar la matrícula estatal también.

DACA también ayuda a reducir el fenómeno llamando “Stopping Out” – el abandonar la educación superior por un cierto período de tiempo con la intención de volver – entre los estudiantes indocumentados. La falta de preparación académica es citada como la principal razón por “stopping out” por la población estudiantil general, a diferencia de los estudiantes indocumentados, quienes suelen citar las finanzas como el factor más importante. Una autorización de trabajo puede permitir que los estudiantes indocumentados reciban mejores trabajos que les puede ayudar a reducir los índices de “stopping out.”

DACA también puede ayudar a algunos estudiantes financiar su educación superior. Actualmente la ley federal sigue prohibiendo a todos los estudiantes indocumentados a tener acceso a ayuda financiera federal, incluyendo las becas Pell. Sin embargo, con un número de Seguro Social, los beneficiarios de DACA pueden llenar la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA) y recibir su cifra en dólares estimada de contribución familiar (Estimated Family Contribution or EFC). Esta información permite a los estudiantes indocumentados solicitar ayuda financiera institucional.

DACA reduce el aislamiento

La suspensión/El atraso?  de la deportación y la autorización de trabajo ha proveído más tranquilidad a cientos de miles de jóvenes indocumentados. Los beneficiarios de DACA pueden navegar sus rutinas diarias más cómodamente y el 66 por ciento dijeron en una encuesta: “Yo ya no tengo miedo por mi estatus migratorio”. Además, el 64 por ciento, dijeron, “siento que pertenezco en los EE.UU. más”

Una encuesta también mostró que DACA ha permitido al 57 por ciento de jóvenes indocumentados obtener una licencia de conducir. La gran mayoría de los estados permiten beneficiarios de DACA obtener una licencia de conducir con sólo dos estados, Arizona y Nebraska, prohibiendo la práctica.

El acceso a la licencia de conducir y documentos de identificación significa mayor seguridad para todos los conductores (por ejemplo en caso de accidentes o puestos de control de la policía) y ha dado a los jóvenes indocumentados mayores oportunidades de empleo. Además, las licencias y documentos de identificación pueden tener un impacto enorme en los jóvenes LGBT (lesbianas, gay, bisexual, y transgénero) indocumentados. Alrededor del 10 por ciento de los encuestados también se identifican como parte de la comunidad LGBT. Esta comunidad, en particular las personas transgénero, necesitan documentos de identificación adecuados para participar plenamente en la sociedad. Sin documentos de identificación adecuados, los jóvenes LGBT indocumentados pueden ser víctimas de mayor discriminación por la policía o en otros aspectos oficiales.

De hecho, la Coalición Nacional de Programas Contra la Violencia encontró que aunque los inmigrantes indocumentados representan menos del 3 por ciento de la población total LGBT adulta en los Estados Unidos, también representan casi el 8 por ciento de los sobrevivientes de la violencia de odio contra la población LGBT. Sin embargo, sobrevivientes LGBT y VIH-positivos indocumentados son  1,7 veces más propensos que la comunidad LGBT en general a denunciar los incidentes a la policía. La mayor tasa de notificación podría estar relacionado con reportes obligatorios de los primeros auxilios o una mayor educación y difusión de información a los sobrevivientes LGBT indocumentados que ahora sienten que pueden reportar a la policía sin tener temor de enfrentar la deportación.

La participación cívica aumenta con DACA

Mientras que muchos jóvenes indocumentados fueron altamente políticamente activos antes de DACA, la evidencia muestra que la participación cívica sólo ha seguido creciendo. Más del 50 por ciento de encuestados creen que su estatus migratorio les ha dado poder para abogar por su comunidad. Esto significa que las tasas de participación cívica eclipsan a la población en general. Según el 2012 American National Election Study (ANES), sólo 6 por ciento de los encuestados participaron en una demostración política, en comparación con el 41 por ciento de los beneficiaros de DACA. Además, el 41 por ciento de los beneficiaros de DACA contactaron a un miembro del Congreso en comparación con el 21 por ciento de la población según la encuesta ANES.

Los beneficiarios de DACA también son el puente de información para sus familias. Más del 30 por ciento de los beneficiaros de DACA reportaron recibir la mayoría de su información con respecto a la inmigración a través del internet. Otra encuesta también indicó que el 90 por ciento de los beneficiaros de DACA tienen familiares que se beneficiarían de una reforma inmigratoria. Los jóvenes son una fuente clave de información para sus familias en asuntos de inmigración y serán muy importantes para la ejecución de una reforma futura que afectaría a millones de otros inmigrantes indocumentados.

Los jóvenes indocumentados tienen algún acceso a seguro médico

Aunque los inmigrantes indocumentados no son elegibles para la Ley de Cuidado de Salud (ACA), los beneficiaros de DACA todavía han tenido más acceso a el seguro médico. Washington, Massachusetts, Minnesota, Nueva York, el Distrito de Columbia y California permiten que los beneficiaros de DACA de bajos ingresos se inscriban en el seguro de salud (¿?estatal??). Al no utilizar fondos federales para los programas que ayudan a cubrir los residentes indocumentados, estos estados pudieron eludir las restricciones de la ley federal del Cuidado de Salud – el Distrito de Columbia, por ejemplo, permite a todos los inmigrantes, sin importar su estatus migratorio, inscribirse en el seguro de salud. En California, alrededor de 127.000 beneficiarios de DACA podrán calificar para programas como Medi-Cal, los cuales son exclusivamente financiados con recursos estatales. La campaña #Health4All en California ha alcanzado a miles de jóvenes indocumentados en temas de salud, incluyendo el seguro médico.

Además, muchos jóvenes indocumentados se han inscrito en los planes de seguro médico de sus universidades o han recibido nuevos planes de seguro médico a través de sus empleos. Esto ha aumentado el número de jóvenes indocumentados con DACA que han adquirido seguro médico aun 21 por ciento. La mayor inscripción en seguro médico tiene un enorme efecto positivo sobre la salud pública.

Sin embargo, estos pequeños arreglos no proporcionan una solución completa. Los beneficiarios de DACA todavía están excluidos de la Ley de Cuidado de Salud y un informe reciente mostró que sólo en California, el 50 por ciento de los jóvenes indocumentados decidieron no obtener atención médica que necesitaban. De ellos, el 96 por ciento citó la falta de seguro como la razón principal.

DACA ha beneficiado a las familias de jóvenes indocumentados

En muchos casos, los jóvenes no son los únicos en la familia sin papeles.

Más del 80 por ciento de los beneficiaros de DACA reportaron tener un padre indocumentado y más de la mitad tienen un hermano o hermana indocumentada. En las familias donde todos están indocumentados, DACA ha permitido a los jóvenes obtener más servicios para sus familias. El acceso a una licencia de conducir, la habilidad de abrir cuentas bancarias, e incluso cosas como el alquiler de equipos que pueden utilizar para el empleo, ha permitido a las familias indocumentadas a participar en la sociedad.

DACA ha proporcionado enormes beneficios a los jóvenes indocumentados. Sin embargo, el 66 por ciento todavía reportan sentimientos de ansiedad  o enojo porque sus familias no califican. Alrededor de 2 millones de personas han enfrentado a la deportación durante los últimos seis años, el equivalente a hacer desaparecer las  poblaciones combinadas de Boston, Miami, Seattle y St. Louis. Estas deportaciones devastan comunidades y dejan a las familias separadas. Un informe reciente del Center for American Progress explica algunas de las acciones ejecutivas que el Presidente Obama debería considerar para reparar nuestro sistema de inmigración roto.

A pesar de sus éxitos, DACA ha sido sólo una solución parcial. La mayoría de los beneficios de DACA se han proporcionado a jóvenes indocumentados con mayores niveles de educación. Además, se necesitarán mayores esfuerzos para alcanzar a todos los jóvenes que califican y asegurar que todos los beneficiaros de DACA renueven su permiso a tiempo.

Los beneficios también serían mucho más profundos y más amplios una vez que el Congreso apruebe una reforma inmigratoria con un camino a la ciudadanía para millones de inmigrantes indocumentados. Mientras tanto, el Presidente puede ampliar el uso de la acción diferida para más personas lo cual podría ayudar a estabilizar las familias, las comunidades y las economías locales en todo el país.

Zenen Jaimes Pérez es un Policy Advocate para Generation Progress, la división juvenil del Center for American Progress.