Energía y Medio Ambiente

INFORME: Cambio Climático, Migración y Conflicto en la Amazonía y en los Andes

Por Max Hoffman y Ana I. Grigera | Publicado el 11 de Julio de 2013

Lea el informe completo aqui.

Este informe examina las interacciones entre el cambio climático, la degradación ambiental, la migración, y el conflicto en la Amazonía; las sabanas tropicales del Brasil (el Cerrado) y Bolivia; las tierras altas andinas del Perú y Bolivia, y la llanura costera árida del Perú. Dichas regiones representan las regiones geográfica y climáticamente más grandes del continente que contienen el espectro de tendencias socio-económicas que están transformando a la región, y captan el Nuevo centro continental de economías ilegales, incluyendo el tráfico de cocaína global.

La riqueza natural de la Amazonía y de los Andes es un recurso estratégico crucial. La biodiversidad del Amazonas conjuntamente con su papel en el clima regional y global es invaluable. Además, el Amazonas y el Cerrado han llegado a jugar un papel crucial en la seguridad alimentaria regional y global. Por último, los ríos y los glaciares de la región son fundamentales para la seguridad energética y la salud agrícola de muchos países sudamericanos. Por todas esas razones, las áreas tratadas en este informe requieren atención.

De antemano, dos advertencias sobre este informe. Primero, el estudio del cambio climático, la migración y el conflicto e inseguridad en esta región es de naturaleza más prospectiva comparado con los informes previos en esta serie. Mientras muchos en la región están sufriendo dislocaciones profundas o inseguridad humana por las tendencias delineadas en este informe, las posibilidades de desastres humanitarios masivos o el colapso de un país se encuentran mucho más lejanos en el futuro en comparación con el Noroeste de África o la Bahía de Bengala –temas de los informes previos. Sin embargo, las tendencias son preocupantes y requieren la atención concentrada de diseñadores de políticas públicas en el hemisferio.

Segundo, de conformidad con el Proyecto de Clima, Migración y Seguridad, y motivado por la evidencia, este informe se concentra en la periferia – los márgenes geográficos y sociopolíticos de la región. Esas regiones periféricas son inmensas, están lejos de los centros políticos y financieros de sus respectivos países y casi todas ellas son rurales con una pobreza arraigada profunda. No obstante lo anterior, las presiones de población y de la demanda global por materias primas han incentivado el crecimiento rápido de pueblos y ciudades en dicha periferia, los cuales enfrentan el desafío de marchar, en circunstancias difíciles, por el sender de un desarrollo sostenible y estable.

Este informe se concentra en los residentes más vulnerables de esa periferia, especialmente los pequeños agricultores y las poblaciones indígenas, y en las áreas marginales sin o con escaso gobierno de los tres países estudiados. Aunque los centros más grandes y las áreas agrícolas del Nordeste de Brasil, del Sureste, y las regiones del Sur aparecen brevemente por su papel en la migración regional y el comercio internacional de drogas, ellas no son el foco de este informe. En vez, hemos examinado cómo, en las regiones periféricas de la Amazonía y de los Andes sin la presencia de un gobierno efectivo, los modos de vida rural han sido menoscabados, las economías ilegales han florecido y las organizaciones de tráfico de drogas y actores no estatales han sembrado raíces profundas y la explotación no regulada de recursos naturales y de poblaciones vulnerables continua vertiginosamente.

Nuevas estrategias son necesarias para abordar las fuentes de inestabilidad. Tenemos que explicar la dislocación causada por el cambio climático y la movilidad humana y facilitar estrategias de seguridad inteligentes y sostenibles. En las décadas venideras el desafío principal para la región, conjuntamente con combater el crimen organizado y el tráfico de narcóticos internacional, es procurar un desarrollo sostenible y prepararse para los efectos del cambio climático.

Esos desafíos intersectan en las áreas periféricas descritas en el presente estudio. Los planteamientos militares o policíacos para combatir las operaciones de esas redes de crímenes transnacionales no tendrán éxito sin una estrategia más fundamental y comprensiva especialmente diseñada para las regiones con fronteras porosas.

Las poblaciones periféricas de la Amazonía y de los Andes deben tener sus sustentos básicos protegidos con el fin de garantizar la estabilidad social y política de la región. Ellas tienen que ser provistas por medio de una gobernanza efectiva que sea capaz de responder a las necesidades de sus residentes, de regular el desarrollo y de proteger la seguridad humana básica.

Los gobiernos también deben ponerse a la altura del desafío y jugar el papel de un árbitro justo que equilibre el crecimiento macroeconómico y los intereses de la industria extractiva con un desarrollo equitativo y sostenible. La estabilidad de la region solamente puede ser protegida a través de la solución justa de cuestiones fundamentals relacionadas con la división y el manejo apropiado de los recursos naturales. La intervención del gobierno es también necesaria para adaptarse y prepararse al cambio climático, juntamente con proporcionar auxilio en caso de los inevitables desastres iniciados súbitamente que están conectados al cambio climático.

En la medida de lo posible, los gobiernos regionales deben procurar incentivar el desarrollo sostenible, por ejemplo, a través de configurar la planificación de infraestructuras para promover el desarrollo de áreas resistentes al clima, y proveer los desincentivos para aquéllos que buscan la explotación, particularmente, de regiones vulnerables. Por último, nociones regionales de energía hidráulica y las energías renovables efectivas deben continuarse y ampliarse, y deben establecerse respuestas comprehensivas, no-militares al tráfico de drogas.

Aunque esos esfuerzos son responsabilidad de todos los gobiernos regionales y de numerosas organizaciones internacionales, para Brasil y los Estados Unidos de América la responsabilidad de liderar esos procesos es especialmente imperativa.

Para Brasil, existen razones fundamentales de toda índole para proteger y sostener el Amazonas, tan crucial para la salud económica del país. Para ambos, Brasil y los Estados Unidos, acciones de buen éxito contra el tráfico internacional de narcóticos–y las economías ilegales que crecen conjuntamente con él– fortalecerán la estabilidad social en ambos países, especialmente en los grandes centros urbanos.

Al liderar dichos esfuerzos regionales, Brasil también tiene la oportunidad de definir su papel global en el siglo veintiuno de una manera progresiva y pacífica. Y para los Estados Unidos dichos esfuerzos dan la oportunidad de reactivar y mantener su estatus hemisférico, de tener un socio en asegurar la estabilidad en la región, de establecer relaciones sostenibles a largo plazo y de evitar crisis futuras.

Dado el crecimiento económico de América Latina, los Estados Unidos y sus socios europeos tendrán que administrar un nuevo modus vivendi para ayudar a dirigir transiciones regionales. Para los Estados Unidos, el desafío es adaptar la
política de defensa y de desarrollo a nuevas circunstancias mientras hace frente a cortes presupuestarios inminentes. Lo anterior es crucial para que los Estados Unidos permanezcan como el centro de asuntos hemisféricos. Sudamérica, con Brasil en su centro, debe ser la parte central de un compromiso renovado de alianzas democráticas para los Estados Unidos y Europa.

Comenzamos con una sinopsis de los asuntos tratados en este estudio, los cuales incluyen:

  • Los cambios económicos más significativos que están ocurriendo en América Latina, especialmente en Brasil.
  • Las geografías regionales y cómo ellas afectan el clima, la migración y el conflicto.
  • Cómo el cambio climático está afectando la región.
  • Aumento de la inestabilidad social debido a cambios económicos y ambientales.

Examinamos esos asuntos tal y como se manifiestan en Brasil, Perú y Bolivia antes de proceder con nuestras recomendaciones para las políticas públicas de los Estados Unidos y de la América Latina para abordarlos.